Gasolina Regular en México: Un mes de cambios y desafíos bajo el acuerdo voluntario de tope de precios

Gabriel Escobar Maya – Fuel MS – Ciudad de México

Tras un inicio de año marcado por duras críticas al gobierno de México, sobre el aumento de los precios de los combustibles derivado de la actualización del IEPS que se ha venido dando en los últimos años, y que al día de hoy representa el 50% del precio de venta al público, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo anunció a principios de febrebrero, el establecimiento de una política de control de precios aplicable a la gasolina regular, limitándola a $24.00 pesos por litro, la cual entraría en vigor a partir del 1 de marzo, en mutuo acuerdo con la empresa paraestatal PEMEX y operadores de estaciones de servicio en todo el territorio mexicano.

De esta forma, llegada la fecha que marcaría el inicio de esta nueva política, se estableció un precio venta al mayoreo para todas las terminales del país el cual permitiría a operadores de estaciones de servicio, un margen suficiente, de acuerdo con el gobierno de México, para que todas las estaciones pudieran operar sin problemas de rentabilidad a la vez que los consumidores se verían beneficiados con un precio de venta justo. El acuerdo también incluyó la implementación de otras acciones de autoridades mexicanas, con la intención mejorar la competitividad del mercado y prevenir la venta de combustible de origen ilegal y de las cuales ya se tienen resultados:

  • Incautación de combustible ilegal: Se ha llevado a cabo la detección y decomiso de combustible ingresado de manera irregular en puertos del territorio mexicano (Guaymas y Tampico) y el cierre de un almacén ilegal en Tijuana.
  • Aumento en la seguridad aduanera: Refuerzo de la vigilancia en las aduanas del norte del país, lo que facilita la detección y el control del contrabando, y contribuye a fortalecer la cadena de distribución de combustibles.
  • Aumento de inspecciones a estaciones de servicio de todo el país: en un operativo llevado a cabo por la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) en conjunto con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), han sido clausuradas estaciones en las que se han detectado irregularidades ambientales, de seguridad y operación.  

A un mes de la implementación de la estrategia, estos son los resultados. De acuerdo con datos recopilados por Fuel MS, a nivel nacional del 1 de marzo al 1 de abril de 2025, el precio de venta promedio de gasolina regular en estaciones de servicio cayó de $24.45 a $23.97 pesos por litro, lo que representa una disminución de aproximadamente $0.48 pesos/litro. Este ajuste refleja un impacto directo de la política de precio máximo, que ha presionado a los operadores de estaciones de servicio a adecuar sus precios de venta para alinearse con el nuevo tope establecido.

Al observar el comportamiento por entidad federativa, se evidencian diferencias notables:

Mayores descensos: Principalmente en estados cuyos precios de venta al mayoreo en terminales tuvieron un mayor ajuste.

  • Sonora: Con un ajuste de –$1.08 (de $25.09 a $24.01)
  • Oaxaca: Presenta una disminución de –$0.99 (de $25.10 a $24.11)
  • Estados como Guerrero (–$1.00) y Zacatecas (–$0.96) también se destacan en descensos importantes.

Menores descensos o comportamientos atípicos:

  • Ciudad de México: Con una baja de tan solo –$0.11 (de $23.94 a $23.83), la capital muestra una estabilidad relativa en comparación con otras regiones.
  • Tabasco: Destaca por un ligero incremento de +$0.08 (de $23.71 a $23.79), lo cual resulta atípico en el contexto de una tendencia general a la baja.

A pesar del esfuerzo por reducir precios, algunas regiones mantienen tarifas superiores, lo que podría vincularse a particularidades logísticas, demanda local o costos de transporte. Como resultado al 1 de abril aún se tenían 8 estados en los que el precio promedio de venta se encontraba por arriba del límite de $24.00 pesos/litro. Estos son: Quintana Roo ($24.84), Baja California Sur ($24.34), Oaxaca ($24.11), Sonora ($24.01), Zacatecas ($24.06), Nayarit ($24.08), Campeche ($24.02) y Chihuahua ($24.06)

En cuanto al comportamiento por marca (considerando el top 10 con mayor presencia a nivel nacional) se observan reducciones generalizadas en los precios, aunque con variaciones importantes.

Los ajustes más significativos fueron:

  • CHEVRON: Lidera la baja con una reducción de $1.23, pasando de $25.36 a $24.13 pesos por litro. Esta marca, tradicionalmente asociada a precios altos, tuvo que adaptarse drásticamente al nuevo límite.
  • OXXO GAS: Segunda mayor reducción con $1.11, mostrando una fuerte respuesta a la política del precio máximo.
  • PETROSEVEN: También destaca con una baja de $0.94, alineándose con las marcas que operan con precios premium.

En contraste, los ajustes más moderados se vieron en marcas cuyos precios de venta se encontraban por debajo de la media al momento de entrada en vigor del acuerdo voluntario:

  • G500: Con apenas una disminución de $0.07, esta marca se posiciona como la menos impactada por el acuerdo, posiblemente debido a una estructura de precios ya cercana al tope.
  • REPSOL y VALERO: Presentan bajas de $0.28 y $0.29 respectivamente, menores a la media nacional.

Estas diferencias reflejan tanto las estrategias comerciales de cada marca como sus estructuras de costos, márgenes y la presión competitiva en cada región del país.

Si bien la política de precio máximo ha logrado una reducción inmediata en los precios para los consumidores, su continuidad plantea varios desafíos:

  • Rentabilidad de las Estaciones de Servicio: las estaciones operan con márgenes ajustados y la obligación de mantener precios bajos podría afectar la sustentabilidad de su operación, especialmente en regiones donde los costos logísticos son elevados. La presión para reducir márgenes podría llevar a recortes en inversiones y mantenimiento y otros costes relacionados con la regulación aplicable a estaciones de servicio en México.
  • Aumento del Contrabando: la existencia de un precio máximo riguroso crea incentivos para la entrada de combustibles de contrabando, cuya menor fiscalización y posible menor calidad podrían desplazar a la oferta formal, generando además problemas de seguridad y competencia desleal.
  • Calidad del Combustible: la presión por ajustar precios ha llevado a algunos proveedores a recortar costos, lo que puede traducirse en una disminución en la calidad de los combustibles. Esto afecta no solo la satisfacción del consumidor sino también la eficiencia de los motores y equipos que dependen de estos insumos.
  • Volatilidad de los Precios Internacionales: el contexto actual del mercado internacional de combustibles es altamente volátil. Una medida de control de precios que no se ajusta dinámicamente a los cambios del mercado internacional puede volverse insostenible para PEMEX y en escenarios donde el precio base del crudo y o el tipo de cambio fluctúa drásticamente, algo que ya se está viendo en el mercado de Gas LP.
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