Gabriel Escobar Maya – Fuel MS – Ciudad de México

Los precios del crudo y sus derivados terminaron con una pequeña racha alcista que duró dos semanas para reportar una caída de $1.00 USD/BBL W/W con los precios de la referencia de crudo Brent por debajo de la barrera de los $70.00 USD/BBL. con a la expectativa de que Irak aumente sus exportaciones de petróleo. El gobierno iraquí aprobó un plan para que la región semiautónoma del Kurdistán reanude las exportaciones a través del oleoducto Irak-Turquía, suspendidas desde marzo de 2023. Se estima que se añadirán 230,000 barriles diarios, lo que aumenta el temor a un exceso de oferta global.
A este anuncio se suma el de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) de incrementar su producción en 548,000 barriles diarios a partir del 1 de agosto, superando las expectativas previas. Arabia Saudita también indicó que podrían realizarse aumentos similares en el futuro para presionar a los países que han sobrepasado sus cuotas, como Kazajistán e Irak. La OPEP+ busca revertir gradualmente el recorte de producción que ha mantenido por dos años, con el objetivo de restaurar 2.2 millones de barriles diarios para septiembre de 2026.
Debido a esto, la Agencia Internacional de Energía advirtió sobre un posible excedente global hacia el cuarto trimestre de 2025, equivalente al 1.5 % del consumo mundial de crudo. Además, la acumulación de inventarios continúa, con un ritmo de un millón de barriles diarios, lo que refuerza el riesgo de sobreoferta si la producción sigue en aumento.
Por otro lado, los precios del crudo se vieron respaldados por las nuevas sanciones impuestas por la Unión Europea a las exportaciones de petróleo ruso, que incluyen la desconexión de 20 bancos del sistema SWIFT y la inclusión de 105 embarcaciones de la flota “fantasma” rusa en la lista de sancionados. También se sancionó una refinería en la India parcialmente propiedad de Rosneft. Estas medidas podrían restringir aún más la oferta global de petróleo.
Asimismo, la economía de Estados Unidos mostró señales de fortaleza. Los inicios de construcción de viviendas en junio subieron 4.6 % mensual, superando las previsiones, y los permisos de construcción también registraron un incremento inesperado. La confianza del consumidor alcanzó su nivel más alto en cinco meses, lo que apunta a una demanda energética sólida.
Finalmente, los inventarios de crudo en Estados Unidos registraron su primera disminución en tres semanas, cayendo 3.859 millones de barriles, mientras que el petróleo almacenado en buques anclados disminuyó un 4.6 % semanal. Además, el número de plataformas petroleras activas en Estados Unidos cayó a su nivel más bajo en 3.75 años, lo que podría limitar el crecimiento de la producción a corto plazo y ofrecer cierto soporte a los precios.
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Por Gabriel Escobar Maya
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