El presidente de Estados Unidos Donald Trump, reiteró el arancel del 25% sobre todas las importaciones canadienses y mexicanas, incluidos el petróleo y el gas.

Gabriel Escobar Maya – Fuel MS – Ciudad de México

El presidente de Estados Unidos Donald Trump, recientemente reelecto para un segundo mandato, anunció un arancel del 25% a todos los bienes importados de Canadá y México, incluidos los productos energéticos críticos como el petróleo y el gas. Esta decisión, presentada desde la oficina oval de la Casa Blanca, que entrará en vigor a partir de este sábado 1ro de febrero, busca presionar a ambos países vecinos para que tomen medidas más firmes contra el tráfico ilegal y la migración. Sin embargo, sus consecuencias económicas podrían ser profundas, especialmente para los consumidores e industrias dependientes del comercio transfronterizo.

Canadá y México son grandes proveedores de crudo, productos de petróleo refinado y gas natural a Estados Unidos. Un arancel del 25% en las exportaciones energéticas de estos países significará un aumento directo en los costos para las refinerías estadounidenses, que probablemente trasladarán estos costos a los consumidores, elevando los precios de la gasolina y el diésel, y aumentando las presiones inflacionarias.

El anuncio se díó después del cierre de operaciones del mercado internacional, sin embargo se espera que las principales referencias suban durante este fin de semana.

Para Canadá y México, las consecuencias también son severas. Ambos países dependen en gran medida del mercado estadounidense para sus exportaciones energéticas, y estos aranceles podrían obligarlos a buscar compradores alternativos en Asia o Europa. Sin embargo, la reestructuración de las cadenas de suministro lleva tiempo, y a corto plazo, los productores en ambas naciones podrían enfrentar una disminución en los ingresos y una reducción de la inversión en infraestructura de petróleo y gas.

El impacto inmediato en Estados Unidos se sentirá en las estaciones de servicio, con precios de combustible en aumento y presiones adicionales sobre los consumidores que ya enfrentan la inflación. En Canadá, la industria de arenas petrolíferas de Alberta podría ver una disminución en la demanda, llevando a una desaceleración económica en las provincias dependientes de la energía. En México, los aranceles podrían interrumpir las exportaciones de Pemex a las refinerías estadounidenses, reduciendo los ingresos gubernamentales.

Las respuestas de Canadá y México podrían incluir aranceles similares sobre las exportaciones clave de Estados Unidos, desafíos legales a través de organizaciones comerciales como el panel de resolución de disputas del T-MEC o la Organización Mundial del Comercio (OMC), y la diversificación de mercados para reducir la dependencia de Estados Unidos.

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